¿Cómo habitamos hoy los espacios? ¿Qué categorías nuevas se han construido?
Habitar espacios desde el confinamiento y las limitaciones al espacio público puede ser complejo y hasta incierto. Cuando habitamos domesticamos, lo hacemos casa, lo sentimos un poco parte, sea desde la memoria o del cuerpo físico. El hábitat es difícil de construir, ya que no deviene de lo individual, es respuesta de acciones colectivas. Se instala en nuestro imaginario y tiene la potencialidad de construir. Construir subjetividades, construir vínculos.
Este tiempo de limitaciones explícitas sobre el espacio lleva a indagar en cómo se logra habitar algo que no se puede apropiar, cómo se genera ciudad si no hay activismo en la calle, en esos espacios que se designaban como públicos. Esta situación nos remite a pensar en los espacios y sus funciones desde la lógica de la modernidad, racionalista y rancia que impera en nuestro imaginario colectivo, a veces más, a veces menos. Nuestra memoria toma de referencia inmediata al imaginario, muchas veces colonizado por el status quo o lo normativo, y los entes de control hacen uso de eso para limitar la posibilidad de la diversidad de usos. Se empiezan a pensar las plazas y parques como espacios únicamente de paseo y ocio, sus habitantes son niñes o adultes paseando su mascota, habitantes habilitades socialmente a horarios determinados.
Si yo no veo a un otre apropiarse de espacios, hacerlo hábitat de diversas maneras ¿Cómo puedo imaginarme, situarme o hacerme cuerpo en posibilidades disruptivas del espacio? ¿Cómo me identifico en un espacio sin un otre? Son preguntas difíciles de responder para un momento donde los cuerpos están en distanciamiento social.
El cuerpo en toda su complejidad material y sensitiva entra en escena, nos hacemos conscientes de nuestra condición de humenes y de las vivencias que nos atraviesan, pero estamos individualizado/as, capaz expresando miedos o incertidumbre, habitamos esta cuerpa que se siente por momentos inmersa en redes virtuales, a veces colectivas, pero siempre a distanciamientos “seguros” físicos y emocionales. Si el hábitat se hace en esas múltiples vincularidades. Cuerpo-Espacio-Otres-Espacio-Cuerpo. ¿Qué lugar tiene en los territorios más individuales? ¿Cómo cala la politicidad en el espacio de confinamiento que habitamos?
Hoy los espacios que se encontraban invisibilizados y cuerpos estigmatizados ligados a lo doméstico cobran protagonismo. Se pone en discusión el estereotipo de lo doméstico patriarcal-capitalista y de a poco se empiezan a diluir binarismos público/privado, dentro/fuera y todas las categorías duales, heteronormativas que tenían los espacios y la arquitectura. Una casa donde se estudia, se realizan tareas de cuidado repartidas, se teletrabaja y que es a su vez un espacio de ocio, rompe un poco con lo tradicional y deja de encajar en la idea capitalista moderna de vivienda para el descanso, casi siempre del varón. Se dota de performatividad al espacio y de allí las posibilidades o anhelos de cuerpos habitando desde el deseo, desde la sensibilidad y las afectividades. Muchas categorías del espacio doméstico que dejaron de ser tenidas en cuenta y que poseen gran potencial lo posicionan como un lugar de resistencia a ser tenido en cuenta.
¿Será que esta potencia de lo doméstico nos moverá a hacer comunidad? Si esos anhelos de habitar desde el deseo se vuelcan a tramar redes de apoyo en espacios más democráticos, ¿podremos volver a una ciudad donde nos sintamos parte?
Nos debemos expresiones territoriales de los afectos y una co-construcción en multiplicidad de deseos que aboguen por un bien común, nos debemos reivindicar nuestra sensibilidad. Pensar en estos nuevos territorios como momentos-lugares de encuentro, re-materializando vivencias, en una especie de resistencia colectiva a lo establecido.
Florencia
Fuentes:
Alejandra Buzaglo, (2019), Dimensión pública y hackeo del espacio político. A&P. Continuidad. ISSN 2362-6097.
Blanca Gutiérrez Valdivia y Adriana Ciocoletto, (2012), Estudios urbanos, géneros y feminismo. Teorías y experiencias. ISBN: 978-84-616-7657-6.
María Laura Sarmiento, (2019). EPISTEMOLOGÍAS VIVAS: Poner el cuerpo frente al despojo racional del mandato heteropatriarcal.
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