Urbi et Orbi: para la Ciudad y el Mundo.

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¡Holaaa amiga! Amora hermosa de mi corazón! ¿Cómo llevás la peste? Yo sigo encerrada, bajo siete velos, más perdida que encontrada. ¿Te acordás de la Checha? La Cheschi que nosotras le decíamos la Checha. Tan chiquitas y tan mostras hemos sido ¿te acordás?… cuando fuimos catequistas, monaguillas. Que santas nosotras tan desangeladas íbamos a ser ¡Pupilas del Papa! ¡¿Te acordás que éramos fanáticas devotas del Padre José Cheschi y sus reflexiones por la tele?! Bueno, parece que alguna loca digitalizó el vhs y clavó el “Minuto con Dios”, la “Pausa en Familia” o el “Opinemos sin Saber” al que la Santa Sede ya nos tiene acostumbradas.

¿Te acordás, amiga, el 15 de julio de 2010? Ese día… ese día amanecía un día inusual en la República Argentina. Se sancionaba la ley de matrimonio igualitario, un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad, querida. Algunas más perdidas, otras más encontradas, pero todas amanecimos en un país más justo.

La ley de matrimonio igualitario tuvo consecuencias desastrosas para la ignorancia y el prejuicio: Dio legitimidad a las disidencias sexuales e identitarias, amansó homofobias, desarticuló prejuicios, nombró, se la escuchó en las casas, en la calle, en los taxis, en las verdulerías, en las familias, en la ciencia, en la mesa y en la cama.

En el nutrido laberinto de incoherencias pensamientoplanistas de aquel entonces se hablaba del fin de la familia y del inevitable fin de la sociedad, se habló de extinción, de movida del diablo, de derechos del niño, de biología, de ciencia y religión. Todo esto conjugado en el slogan #familiaespapáymamá. El slogan se escudaba (y sigue insistiendo) en el paradigma de familia que propondría el mito fundador conocido como Sagrada Familia, que en apariencia validaría la norma binarista y heterosexual y todas las certezas antiderechos que deliran estas gentes.

Íntima, ya que tanto nos han condenado en nombre del amor de Dios, visitemos la familia que construyó ese Dios (su Dios), acá en el planeta Tierra. Sí. Me puse teológica. Así te soy.

¿Viste Jesús? Jesús, el Cristo, el Nazareno. Jesús, el Mesías católico, se crió en una familia por completo disfuncional; porque estos dos, José y María, se casan y ¿qué pasa? ¿Qué pasa? Pasa que el mejor amigo de José, el que debió ser el firstman, ese en quien José más creía, a quien José nunca contradijo porque José era un hombre justo, ¿viste? este a quién José más amaba y respetaba era Dios. Y Dios,

Dios le hace un hijo a María. Dios embaraza a María ejerciendo alguna especie de derecho de pernada divino, no se sabe muy bien cómo pero la cosa es que la deja embarazada por obra y gracia milagrosa, incuestionable y (reconozcámoslo): poco original. Porque en todas las historias de las mitologías (cualquier mitología) siempre hubo un montón de mesías, dioses y semidioses nacidos de madre virgen durante el solsticio, que mueren en otoño durante el equinoccio, descendientes del poder divino y tal. En todas las civilizaciones.

Todas las civilizaciones se han autopercibido elegidas de Dios, las mejores, las más trascendentes, las únicas y las especiales. Parece que todas las sociedades han tenido una neurosis de Patito Feo o una bipolaridad entre divinas/populares no elaborada.

Bueno, la cosa es que José se casa con María, quien habría sido la mujer más bella de la creación pienso yo, la más fuega, la más fatal, la más todo ¿no te parece? ¿Cabe la versión de una simple muchachita inocente de todo? Ni ahí. Porque para que - la entidad más impensable de las impensables, la más eterna de las eternas, la más infinitamente justa pero también la más infinitamente misericordiosa que creó todo lo posible y lo imposible - la eligiera para tener un hijo que redimiera a su creación más elaborada, a su pueblo de elegidos, siendo el Único y el más celoso de Todos - y te cito el Deuteronomio 5:9 : "No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen, pero que muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Según estas yo sería algo así como una “buena lacaya del Gran Satán”[1]…) - Digo yo, bueno: debe haber sido bellísima María (te hablo de Belleza en tanto reflejo de la Verdad como te dicen las budistas tibetanas querida).

Algo en ella habrá habido que el resto de las chicas de toda la Creación no tenían ni han tenido, porque no creo que la haya elegido el Colegio de Cardenales con su criterio cardenalicio. Así como son ellas todas de rojo, traviesas medievales, siempre engoladas, tan sagaces que así como afilan en sus huestes al “George Clooney del Vaticano” vuelven Santo su propio legrado, como cuando aplaudiendo, ([2]aplaudiendo, sí íntima de la vida vivida, A LOS APLAUSOS despidieron a la Joseph Ratzinger cuando se cansó de ¿trabajar?

Y pusieron a la Bergoglia de Suprema para que tuviera las llaves del Reino. De huevo. Porque viste que de la escalofriante Veredicto 16 pasaron a poner a Una que recuerda más a un tío bueno que a un basilisco enojado. Sudaca, argento y pijón. Porque se nota que se la carga. ¿Viste como entra a los lugares? Llega toda segura de sí misma, sin tanta pedrería ni estrases como la otra, con los zapatos rotos, como si tuviera barrio encima. Se sube a un avión, habla de los putos, es peronista, clava peli en Netflix. La juega de actual. Alto hallazgo del clero.

Viste que ahora tienen dos Papas pero hacen de cuenta que hay uno. Eso sí de Papisa: ni hablar. Porque el episodio de la Papisa Juana lo desmienten y tildan de imposible ¡con todo lo que sostienen como posible aunque sea imposible!

Demandan la no duda del resto de la gente.

De toda la gente.

Aunque sea gente que no les cree nada.

La Veredicto sigue vistiendo de blanco, como cuando era la única caudilla de los católicos. ¿Te acordás cómo le gustaba salir por su balconcito de la plaza de San Pedro a maldecir a la humanidad y condenar todo progreso de la ciencia, la tecnología, el pensamiento y la putez, a la Ciudad y al Mundo? Salía toda enjoyada, de blanco y dorado, como la Primera Vedette de la Santa Sede. Eso sí de El Colegio de Pedófilos que esa Sociedad Anónima cobija: nada.

Y ahí la tenés a la vieja que de los vuelos de la muerte de las juventudes nazis la catapultaron a Vicaria de Cristo en la Tierra, pasando antes por la Congregación para la Doctrina de la Fe… ¡El viejo Santo Oficio, para la muchachada querida…! donde pegó el cargo de Prefecta; y claro si era íntima de la Karol. ¡De la Wojtyla! La viajera. ¡La Juan Pabla nena! Y ahora, ahí la tenés a la Dieciséis, pasándola mal con su chongazo en Castel Gandolfo, toda vestida de blanco. Como una novia, con toda su pompa y su infalibilidad. Intacta. Como una H. Nadie la pronuncia, nadie la nombra pero está ahí: esencial, indiscutida, innegable. Permanece.

Pero -¿qué le hace una mancha más a la tigresa? -se preguntará Roma. Y gira y sigue.[3])[4]

Perdón amiga, vuelvo al ser humano que eligió Dios para autoengendrarse a Sí Mismo. Entonces digo bueno, si Este decidió tener un hijo con ella por algo será y ahí radica el concepto, el significado o una aproximación a uno de los criterios de pureza de virginidad de la Virgen, ¿entendés? Ella podría haber sido la más regalada y la más suripanta de todas pero algo en su interior, algo esencialmente potente, poderoso, bello y trascendente la habitaba. Según el mito católico. Siempre según el mito amiga, acordate siempre que estoy siguiendo el mito, la fábula, la ficción fundadora. Nunca te olvides reina: los dogmas no se relajan. Entonces, a las mojigatas: si quieren que no la puso nunca no la puso nunca.Total, donde el sabio señala la luna el necio mira el dedo. ¡Chicas, no importa si cogió o no cogió, no está mal coger!

Lo interesante es que, en el mito, María mantuvo su virtud, su pureza más allá del himen. Esa es la metáfora. Es una virtud mitológica de lo que habla la figura de la Virgen María. Analicémoslo como un cuento, como un mito y todo se pone interesantísimo.

Entonces volvamos a esto de la Sagrada Familia ¿hegemónica? leída a la luz del mito. Jesús (el Mesías) sabía que era hijo de Dios (deidad judeocristiana vinculada al mito solar que reconocía su paternidad considerado tanto el Demiurgo por ciertas corrientes como el Único y Verdadero o Dios, a secas, también llamado Yavé), pero José (humano) lo reconoció legítima y legalmente. Se hizo cargo para criarlo acá en la tierra, ¿viste? Porque muchos poderes, muchos poderes, pero ¿quién le cambiaba los pañales a Jesús, además de la Virgen?, ¿mm? Entonces esto acá es muy interesante. Siguiendo el autorrelato del pupilaje del Papa, el relato de la Iglesia Católica asentado en el Concilio de Nicea (que tuvo lugar entre el 20 de mayo y el 19 de junio de 325 d.C.) se pretende que Jesús nace y se cría en el paradigma de familia como célula heterosexual- biologista- binarista- patriarcal de la sociedad y la especie humana entera siempre y sin duda. Pero, pero, pero, en realidad plantea uno de los argumentos más temidos por la militancia de #familiaespapáymamá, #conmishijosnotemetas y #agustinlajeeslavozdelacordura. Un argumento que funciona como una archi némesis a sus #pensamientoplanismos y lo combaten como al mismísimo Cuco. Él, Jesus, surge de una familia con dos papás, uno del corazón y otro (mira que osadía:) ¿biológico? Digo yo, chicas, estaría bueno asumir que La Sagrada Familia nunca fue mamá y papá, sino que es y siempre ha sido papá, papá y mamá.

Una trieja.

Una trieja. Como Mauro Icardi, Wanda Nara y Maxi Lopez, pero mucho menos tóxica, o no. No sé. Porque viste como terminó el hijo que tuvieron. Lo crucificaron. No da para tanto. ¿Alguien quiere pensar en los niños? Es una situación por lo menos rara para no ser metáfora. Sumale al extrañísimo proceso de no garche en el que siendo virgen María se embarazó y parió, que entre mejores amigos se perdonen una de las mayores traiciones que dos chongos se pueden hacer mutuamente: cogerse a la novia del otro. Eso ya sí es muy difícil de creer. Pero bueno, es un mito. No es necesario creérselo. No es necesario creer que un mejor amigo le perdonara a otro mejor amigo tal puñalada trapera. Eso ya sí es muy difícil de creer. Pero bueno, es un mito. No es necesario creérselo. No es necesario creer.

A Dios, a la Divinidad me la figuro como una asamblea de fuerzas compleja e impensable, algo que todo lo es y que nada lo excede. Lo incognoscible, lo impensable, lo verdadero, lo que es verdad. Algo inconcebible. Algo que está en todos lados y no jode a nada ni a nadie, algo que no se puede nombrar. El TODO. Algo que no está al pedo mirándonos. ¿Quién cree que Su omnipotencia es directamente proporcional a Su aburrimiento y que no encuentra nada mejor que hacer que estar como un Big Brother mirando el triste show de la experiencia humana preguntándose “¿Estas locas hacen lo que hacen por malas, tontas o boludas?”

No está en mí la falta de respeto. No hay en mí ninguna crisis de fe amiga mía. Espero nadie sienta herida su frágil susceptibilidad creyente. Pensar un mito no es una falta de respeto. Falta de respeto y falta de fe más bien es que tu familia se avergüence de vos, falta de respeto es patologizar las formas del amor, falta de respeto es la discriminación, falta de respeto es que te hechen de tu trabajo por torta, falta de respeto es querer que las travas solo sean una fantasía sexual ambulante, falta de respeto es no admitir la existencia de varones trans, de otras masculinidades, otras feminidades, otras otredades, falta de respeto es negar y combatir las no binarieidades, falta de respeto es la falta de educación sexual integral en familias, jardines de infantes, escuelas primarias, colegios secundarios y universidades. Falta de fe es no creer que somos todes iguales en la diferencia. Falta de fe es no creer que todas, todos, todes comemos, cagamos, dormimos y soñamos y si nos pellizcan nos duele y si nos sonríen sonreímos. Falta de respeto es que algunas personas piensen que otras personas no son tan personas.

La cristiana es una mitología muy interesante de analizar a la luz del mito, no en la oscuridad de la creencia, bajo la sombra de la duda. A la luz de la metáfora, no en la penumbra del Santo Oficio. No en la lobreguez del miedo. A la luz del amor.

Porque el amor no pasará jamás.

por la Baronesa Bizcontti.

[1] La Baronesa Bizcontti cita libremente un texto de un capítulo de Los Simpsons en el que el Sr Burns vende uranio a los irakíes. Por algún motivo que no entiende no logra encontrar la referencia en internet. [2] La Baronesa Bizcontti abre paréntesis. El entre paréntesis más largo que ha escrito en su vida. Sabelo. [3] Larga vida a La Giovani. [4] La Baronesa Bizcontti cierra paréntesis.